Esta pequeña criatura marina contiene la clave sobre el origen de las neuronas
El origen de las neuronas está en unas criaturas marinas milimétricas que aparecieron hace 800 millones de años, indica nuevo estudio.
Las neuronas son un tipo de células que componen al sistema nervioso. Tienen la capacidad de generar señales eléctricas y, con ello, transmitir información a largas distancias. Hasta hace poco el origen de las neuronas estaba entre la penumbra de lo desconocido, pero ahora se sabe que estas pudieron haber surgido en unas criaturas marinas de aproximadamente un milímetro de tamaño.
Esta sorprendente revelación llega por parte de un equipo coordinado por Arnau Sebé Pedrós, un biólogo español, especialista en genética, de la Universidad de Barcelona. Los resultados del grupo de científicos están publicados en la revista Cell.
Básicamente, la investigación referida nos lleva a ver que las células secretoras, encontradas en unos animales marinos conocidos como “placozoos”, pueden haber dado lugar a las neuronas en formas de vida más complejas.
Placozoos: complejidad milimétrica
A diferencia de los seres humanos, los placozoos tienen pocas células, pues cuentan con apenas 50 mil de ellas, mientras que nosotros albergamos a más de 30 billones. Estos seres, que se cree aparecieron hace 800 millones de años, son uno de los cinco linajes principales de animales.
Pese a ser muy pequeños, los placozoos cuentan con capacidades sorprendentes, como la multiplicación indefinida de manera asexual y la reconfiguración de su estructura para adoptar nuevas formas. Además, se alimentan de algas y microbios, y viven sin partes ni órganos.
Aunado a lo que llevamos, hay que sumar que los placozoos coordinan su comportamiento gracias a células que liberan pequeños péptidos, mismos que dirigen la alimentación y el movimiento del animal. Justamente, el funcionamiento de estas peculiares estructuras fue lo que motivó al equipo de Arnau Sebé Pedrós a hacer una investigación en torno al tema.
El origen de las neuronas está en el mar
El equipo de investigadores en cuestión cuida a miles de placozoos en un laboratorio del Centro de Regulación Genómica, en Barcelona. Debido a esta situación, pudieron darse a la tarea de analizar, célula a célula, las cuatro especies conocidas de este linaje.
La labor de los científicos comenzó con un mapa de los diferentes tipos de células placozoarias. Luego hicieron otro diagrama para ordenar los módulos genéticos y lo que controlan. Así, los especialistas lograron definir qué hace cada una de estas células, cómo trabajan juntas y, tras una comparativa entre especies, cómo evolucionaron.
El trabajo puso en evidencia que las principales células de los placozoos están conectadas por otras “intermedias” que cambian de un tipo a otro. Aparte, los investigadores encontraron un tipo de células peptidérgicas que guardan mucha relación con otras que aparecieron bastante tiempo después: las neuronas.
“Las células peptidérgicas placozoarias tienen muchas similitudes con las células neuronales primitivas, incluso si aún no hemos llegado a ese punto”, explica Sebastián R. Najle, coautor del artículo. “Estamos observando una parte esencial de lo que constituye una neurona en los organismos modernos y esto nos permite ver en qué punto de la evolución apareció”.