De Pinar del Rio

«Hagamos las cosas de manera diferente, si queremos tener resultados»

Onay Martínez afirma que existen dos tipos de personas: las que se sientan a lamentarse de los problemas, y las que los encaran, día a día, para salir adelante.

Con esa filosofía, hace 14 años que se empeña en superar las adversidades para sacar el máximo provecho a la tierra que recibió en usufructo, a varios kilómetros de su casa, en la cabecera municipal de Los Palacios.
Informático de profesión, Onay ha conseguido, a base de estudio y de empeño, convertirse en uno de los campesinos más renombrados de ese territorio.

Comenzó por 13 hectáreas infestadas de marabú, que las autoridades locales le entregaron con recelo, pues no creían que aquel joven, especialista en hardware en la empresa Copextel, tuviera futuro como agricultor.

Pero las apariencias engañan. Por eso, hoy cuenta que la finca abarca un área tres veces mayor, y que aparte de los frutales como el mango y la guanábana, que siguen siendo sus principales cultivos, ha incorporado los condimentos, el plátano, la habichuela, el pepino, la calabaza, el maíz…

Además, posee una minindustria, un punto de venta en el mercado agropecuario de Los Palacios, y un triciclo eléctrico refrigerado que lleva las producciones a otras tres demarcaciones del municipio.

Aun cuando el país atraviesa tiempos duros, considera que existen razones para el optimismo. «Eso sí, tenemos que empezar a hacer cosas diferentes para conseguir resultados. Si seguimos repitiendo lo mismo, no vamos a obtener lo que nos hace falta», dice.

En su radio de acción, actuar diferente ha implicado la diversificación, la introducción de cultivos que exigen menos insumos, el empleo de medios biológicos, la creación –en alianza con los profesores de la Universidad de Pinar del Río– de un sendero para el agroturismo.

Entre las transformaciones que se requieren en la agricultura cubana, insiste en la necesidad de poner los recursos allí donde se genere la mayor producción.

«Una de las distorsiones que tenemos hoy, es que una parte de los insumos se coloca donde no se logra el impacto que hace falta».

A las puertas de un nuevo año, asegura que entre las premisas debe estar la búsqueda de oportunidades dentro de los problemas que se presentan a diario.

«El uso de los medios biológicos y la agroecología, por ejemplo, en sustitución de los productos químicos importados, debe dejar de ser una consigna y convertirse en un hecho».

La apertura de una tienda virtual que les facilite a las personas que trabajan, la adquisición de productos del agro, sin tener que hacer cola en los mercados, y la participación en un proyecto de desarrollo local con el objetivo de lograr que sus producciones cumplan los requisitos para ser exportables, figuran entre sus proyecciones para 2025.

Y, por supuesto, la voluntad de continuar militando en el bando de los que salen todas las mañanas a ponerles el pecho a las dificultades, «con mucha actitud, con optimismo, porque de los que se sientan a lamentarse, no se ha escrito nada».

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